Brucelosis
Es una de la zoonosis conocida también como, Fiebre de Malta, Fiebre del Mediterráneo, Fiebre Ondulante o Recurrente en el Hombre, Enfermedad de Bang, aborto epizoótico en el ganado.
Las especies patógenas para los animales son: Brucella melitensis en cabras, B. Abortus en bovinos, B. suis en cerdos, B. canis en caninos, B. ovis en ovinos y B. neotomae en ratas canguro. La B. melitensis es la más común y notoria en el humano, no se han comprobado en el hombre, casos de B. ovis y B. neotomae.
Esta enfermedad zoonótica en el hombre se transmite en forma directa, por la ingesta de leche y consumo de derivados lácteos no pasteurizados, o bien, en forma indirecta por el contacto con productos, subproductos y desechos orgánicos, como tejidos o excreciones de animales que padecen la enfermedad, asimismo se puede infectar por inoculación de brucela o inhalación de polvos de corrales, establos o mataderos donde la bacteria se encuentre; por lo cual atender animales enfermos con brucelosis, manipular carne o vísceras de animales infectados o trabajar en un laboratorio y contaminarse con el germen, se ha considerado como una enfermedad ocupacional de alto riesgo.
Trabajadores de la industria de la carne y leche, ganaderos, médicos veterinarios, granjeros, matanceros, carniceros, amas de casa que llegan a manejar carne contaminada.
Las manifestaciones clínicas más frecuentes son: escalofrío, dolor de cabeza, fiebre continua de 40ºC o más, crisis sudorosas, dolor muscular (mialgias), dolor en articulaciones (artralgias) y ataque del estado general, pudiendo persistir manifestaciones de endocarditis, encefalitis, anemia. El diagnóstico microbiológico se basa en estudios de laboratorio para determinar la presencia del agente etiológico en el organismo del enfermo. La prueba inequívoca para el diagnóstico específico de brucelosis es el cultivo de sangre, LCR o sinovial.
La prueba rápida con Rosa de Bengala, en una muestra serológica si resulta positiva, se somete a las pruebas confirmatorias con aglutinación estándar en tubo (SAT) y dos mercaptoetanol (2ME).
- Realizando actividades de educación para la salud, participación social y comunicación educativa.
- Informar a la población sobre el problema de salud pública que representa el consumo de productos lácteos no pasteurizados y el contacto con carnes de animales que sufrieron la enfermedad.
Orientar a la población en general, así como a los individuos con riesgo profesional, sobre las medidas de prevención como:
- Consumir leche pasteurizada, así como subproductos y derivados de ésta, rechazando los de dudosa procedencia.
- Limitación de la convivencia estrecha con animales.
- Lavado de manos con agua abundante y jabón antes de comer y después del contacto con los animales o subproductos y desechos.
- Limpieza y desinfección en los lugares para la crianza de ganado (caprino, bovino y porcino).
- Identificación y eliminación de animales enfermos y vacunación antes de los tres meses de edad a las crías.
Teniosis y Cisticercosis
La teniosis es una enfermedad zoonótica producida por el cestodo de Taenia solium o Taenia saginata, la cisticercosis es originada por sus respectivos estadios larvarios, Cysticercus celulosae y Cysticercus bovis. El huésped definitivo de ambos parásitos es el hombre, y se alojan en su intestino delgado. Los huéspedes intermediarios de Cysticercus celulosae son los cerdos domésticos y silvestres. Los de Cysticercus bovis son los bovinos, sobre todo los domésticos.
En el cerdo, por sus hábitos coprofágicos, puede ingerir los huevos. Los embriones (oncosferas) penetran la pared intestinal del cerdo y en el curso de 24 a 72 horas se difunde por el sistema circulatorio hacia diferentes tejidos y órganos de su cuerpo. En el hombre sucede lo mismo.Cuando el hombre consume carne de cerdo insuficientemente cocida que contiene cisticercos, la larva se sujeta del intestino de éste y el desarrollo de larva a adulta, tarda en promedio 67 días y puede llegar a vivir 25 años y son hermafroditas.
Las dos especies de tenias están distribuidas en todo el mundo, Taenia solium es más frecuente en países en desarrollo, mientras que Taenia saginata es de distribución más global.
La localización que origina en primer lugar consulta médica es la del sistema nervioso central (neurocisticercosis), ya que originan crisis convulsivas, hipertensión intracraneal, cefaleas crónicas y deterioro mental y, en segundo lugar la del ojo (cisticercosis ocular o periocular), produciendo: inflamación y daño del ojo y párpado y afecciones de los músculos motores del ojo.
Personas que consumen en la calle, carne de cerdo (tacos) de dudosa procedencia, así como personas que no lavan frutas y verduras que pudieron tener contacto con aguas negras en donde existían huevos de Tenia solium.
Para la teniosis, se puede realizar el diagnóstico clínico, en cuanto la persona, al revisar sus heces observa un proglótido, o bien por medio del estudio coproparasitológico, por medio de las técnicas, tales como: Ritchie, Kato-Katz, Graham y Faust. HUEVECILLO DEL GÉNERO TAENIA.
Para el diagnóstico de cisticercosis los exámenes son de gabinete, apoyados con tomografía axial computarizada y/o resonancia magnética.
El medicamento que se utiliza en el tratamiento de la teniosis, es el albendazol en las dosis específicas que el médico señale. En lo referente a cisticercosis, se llega a considerar el tratamiento quirúrgico.
Leptospirosis
Es una de las zoonosis más difundidas entre los animales domésticos y silvestres, es causada por una bacteria con diferentes variantes (283 serovariedades del género leptospira). A esta enfermedad se le conoce también como síndrome de Weil, fiebre de los arrozales, fiebre de los cañaverales o fiebre de los pantanos.
Su distribución es mundial. En nuestro país, 75% de las entidades han reportado casos en humanos. Se presenta durante todo el año, pero con mayor frecuencia en la época de lluvias.
Aquellas personas que tienen contacto con agua contaminada por orina de animales enfermos, como quienes acostumbran nadar o bañarse en lagos, charcos o zanjas; los trabajadores de arrozales o campos de caña de azúcar, quienes desempeñan su trabajo en alcantarillados, los mineros y los que tienen contacto con secresiones de animales y desechos, como los granjeros, médicos veterinarios y trabajadores de la industria de la carne y leche.
Al existir condiciones del medio ambiente que favorecen su propagación y por ser una enfermedad frecuente en mamíferos domésticos y silvestres, es necesario que la población conozca este problema que se considera poco frecuente en humanos desde el punto de vista clínico, aunque cada vez los estudios de laboratorio identifican más casos.
Algunos antibióticos recomendados son: doxiciclina, penicilina procaínica, trimetoprim con sulfametoxazol, tetraciclina y eritromicina; los días de tratamiento dependerán de la evolución del paciente y del criterio del médico.
- Actividades de promoción a la salud y medicina preventiva.
- Saneamiento básico (control de fauna nociva, drenajes eficientes y basureros).
- Protección de grupos en riesgo (utilización completa del equipo de trabajo).
- Vacunación contra la leptospirosis en animales domésticos y de interés económico.
- Diagnóstico y tratamiento oportuno de los enfermos.
- Identificar zonas de alto riesgo.
Rabia
La rabia es una enfermedad zoonótica mortal, que se transmite al hombre principalmente por la saliva de animales infectados; mediante la mordedura, arañazo con colmillos, lamedura sobre heridas o mucosa de los ojos o nariz. Se reconoce como el padecimiento más grave transmisible de los animales al hombre, por lo que continúa siendo la zoonosis de mayor importancia en el país. Es de importancia para la Salud Pública, ya que se relaciona con la convivencia diaria con animales de compañía y ocasionalmente, a la exposición con animales silvestres potencialmente transmisores.
Esta enfermedad la pueden padecer todos los animales mamíferos, incluido el hombre. En México, este padecimiento es más común en perros, gatos, murciélagos, coyotes, zorros, zorrillos, tlacuaches, bovinos y equinos. La especie agresora más involucrada en la transmisión de la enfermedad es el perro, seguido del murciélago hematófago, que es una especie silvestre.
Se transmite al hombre y otros mamíferos por la saliva de un animal rabioso, la cual sirve como transporte o vehículo del virus para que se introduzca por medio de una mordedura, arañazo con colmillos, lamedura en mucosas o en una lesión previa en la piel.
- Cambios en su conducta habitual, al alimentarse, al jugar o dormir.
- Excitación, agresividad e inquietud.
- Incoordinación motriz.
- Miedo a la luz y al agua.
- Mirada perdida.
- Parálisis de la mandíbula.
- Dificultad para comer y tomar agua.
- Salivación excesiva.
- Temblores.
- Postración.
- Muerte.
- Lavar inmediatamente la herida con abundante agua y jabón durante 10 minutos y secar las heridas con una gasa estéril y cubrir. Para la mucosa de los ojos o de la nariz, irrigar con agua hervida durante 5 minutos.
- Acudir inmediatamente a la unidad de salud más cercana, para que un médico valore las condiciones y circunstancias en que ocurrió la agresión y determiné si es necesario la aplicación del tratamiento antirrábico humano, que consiste en la aplicación de vacuna antirrábica humana en el brazo, la cual es altamente efectiva, segura y de excelente calidad.
Localizar e identificar al animal agresor y verificar que tenga vacunación antirrábica vigente (15 días posteriores a su última aplicación y hasta 12 meses, comprobable con certificado de vacunación).
Observar al perro o gato durante 10 días (no lo mate), si nota cambios en el comportamiento del animal, avise de inmediato al Centro de Salud en donde fue atendido.
En caso de ser un animal callejero o desconocido y si existe Centro de Control Canino en el municipio donde ocurrió la agresión, avise al responsable de dicho espacio, para que resguarden y observen al animal durante 10 días.
En México, la vacunación de perros y gatos contra la rabia es una acción prioritaria en materia de salud pública, ya que de esta manera, al proteger a las mascotas, se reduce el riesgo de transmisión de la rabia a las personas que conviven con ellos.
La vacunación de perros y gatos contra la rabia se realiza a partir del mes de nacidos, después es necesario revacunarlos a los tres meses de edad y posteriormente cada año durante toda su vida. (RECUERDA CONSERVAR SU CERTIFICADO DE VACUNACIÓN HASTA SU PROXIMA VACUNA).
- No permitas que tu mascota ande suelta por la calle, sácala a pasear con collar y correa; levanta sus desechos.
- Toma conciencia y lleva a esterilizar a tus perros y gatos, de esta manera se disminuye su población en situación de calle, reduciendo además el número de agresiones a personas y el riesgo de transmisión de rabia.
- Evita comprar animales que no cuenten con certificado de vacunación.
- Denuncia ante las autoridades la presencia de animales sospechosos de padecer rabia.
- Existen vacunadores piratas que ofrecen la vacuna de la rabia y otros servicios como desparasitación y aplicación de vitamina en tus mascotas, ¡NO TE DEJES SORPRENDER, ESA VACUNA ES DE DUDOSA PROCEDENCIA! EL INSTITUTO DE SALUD DEL ESTADO DE MÉXICO, SOLO APLICA VACUNA CONTRA LA RABIA Y ES COMPLETAMENTE GRATUITA.
Cada año se realizan dos Jornadas Nacionales de Vacunación Antirrábica Canina y Felina, en los meses de marzo y septiembre, durante las cuales se vacunan a los perros y gatos contra la rabia de manera gratuita en los centros de salud o puestos de vacunación colocados en lugares estratégicos, como: plazas cívicas, mercados, quioscos, delegaciones, etc. Asimismo, durante todo el año se lleva a cabo la vacunación permanente y gratuita en los centros de salud.
La esterilización quirúrgica de perros y gatos ha permitido coadyuvar en el control del crecimiento de su población en vía pública, con lo que se disminuye el número de agresiones hacia las personas por parte de estos animales, lo que reduce el riesgo de que se presente un caso de rabia humana transmitida por estas especies.
Para mayor información llame a los teléfonos (722) 2-26-25-00 Ext. 64672
Instituto de Salud del Estado de México
Subdirección de Prevención y Control de Enfermedades
Departamento de Zoonosis y Vectores
Av. Estado de México s/n, Col. Llano Grande, C.P. 52148, Metepec, Estado de México.
Departamento de Zoonosis y Vectores
Tel.: (722) 235 86 92 ext.: 64670